Día mundial sin dietas

6 de mayo, en plena primavera, incluso con temperaturas de verano estos días y esperando impacientes las medidas de cada comunidad autónoma. Así celebramos este año el DIA MUNDIAL SIN DIETAS.

Si algo repito hasta la saciedad cuando me llamáis para concertar una primera consulta e incluso durante las sesiones de después, es que NO TRABAJO CON DIETAS.
Eso que muchos entendeis por un menú cerrado en el que os planteamos de forma obligatoria qué comer en cada ingesta.
Hay quien se queda con cara de, ¿entonces cómo voy a perder peso?
Os explico:
La palabra dieta tiene tres acepciones en nuestro diccionario; pero una de ellas, la más importante, es:
“Conjunto de sustancias que regularmente se ingieren como alimento.”
Esto hace que podamos hablar de dieta sin gluten, dieta vegetariana, dieta sin lácteos, dieta alta en grasas, etc.

Cuando la palabra “dieta” hace referencia a “un régimen alimentario enfocado a la pérdida de peso”, suele llevar con ella otras connotaciones que, precisamente, dificultan el proceso.

  • Prohibiciones.
  • Tiempo que empieza y termina.
  • Estrés y ansiedad.

Estoy segura que la mayoría de los que estáis leyendo esto lo habréis vivido en alguna ocasión. 

Desde que terminé la carrera, hace ya 5 primaveras, decidí que me negaba a esa dinámica de trabajo en la que lo único que hace un nutri en consulta es obligar, prohibir y regañar al paciente.

Frases del tipo: “si estoy sufriendo conseguiré lo que me planteo” o “hay que pasar un poquito de hambre, cierra la boquita y mueve los pies”. “No sé qué tal, creo que no muy bien porque no me ha costado esfuerzo”. “¿Qué tipo de tortura es ésta?”.

Yo confío más en hacer las cosas desde el respeto hacia nosotros mismos, disfrutando de lo que estemos haciendo/comiendo. Porque, cuando algo nos gusta lo mantenemos en el tiempo; mientras que, si no nos gusta, abandonaremos esa dinámica en un tiempo limitado.

La educación nutricional es la mejor herramienta que tenemos para conseguir sentirnos bien, ganar en salud y disfrutar del proceso.

Así que por ello lo que procuro en consulta es adaptar vuestras rutinas a un estilo de vida más saludable. Para ello hacemos cambios de manera gradual para que puedas gestionarlo en tu día a día, siempre buscando ese objetivo que planteamos inicialmente en consulta.
También quiero decir una cosa: aunque he visto que la tendencia es el cambio de hábitos, todavía nos queda un cambio importante a nivel de población general, incluso en compañeros sanitarios que, si siguen transmitiendo el mensaje en este formato “dieta”, a los que intentamos trabajar desde este otro enfoque no nos ayuda nada.

Y tú, ¿sigues con la idea de hacer dieta este año de cara a verano? O, ¿prefieres reflexionar un poquito más sobre tu salud y valorar que si esos cambios los haces de forma gradual y los mantienes en el tiempo será mejor a medio-largo plazo?

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